Examinemos nuestras metas

“El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio”

Estamos, si es que verdaderamente creemos en lo que predicamos, en los últimos tiempos. Como iglesia debemos hacernos un examen de conciencia y examinar cual en realidad son nuestras metas. ¿Estamos verdaderamente siguiendo la gran comisión que como Iglesia nos dejara Jesús? “Por tanto id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; ensenándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20).

Nuestras metas como iglesia no debe estar basada en defender mitos y doctrinas. Esas se defienden ellas mismas, siempre y cuando estén basadas estrictamente en la Palabra y no en nuestras creencias personales. Nuestras metas no deben estar basadas en cuantos templos podemos construir. Cristo no murió para salvar templos. Nuestro mandato no es, “Id por todo el mundo y construid templos”.

En Génesis 35:9-11 encontramos una orden, no una sugerencia, dada a Jacob: “Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padam-aram, y le bendijo. Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamara más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamo su nombre Israel. También le dijo: Yo soy el Dios Omnipotente; crece y multiplícate”.

Examinemos nuestras metas. Dios nos va a pedir cuenta de cuantas almas hemos ganado para su Reino. Sigamos el ejemplo de la Iglesia primitiva y de los Apóstoles. Ellos se dedicaron a seguir la gran Comisión. Recuérdate que: “El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio”.

Dios te bendiga.

Dr. Alfonso Díaz

Ministerio Creando Conciencia

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