La promesa de un Redentor

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombre; y se llamara su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6)

La primera promesa de un redentor la encontramos en Génesis 3:15. Lo que nos da a entender que cuando los primeros seres humanos creados por Dios pecaron, ya dios tenía un plan preparado para su redención. Dios en su omnisciencia todo lo sabe, o sea que a Dios nada lo coge de sorpresa.

En el Antiguo Testamento Dios le había proveído a su pueblo un medio por el cual el hombre podía volver a tener comunión con Dios. Pero vemos a través de la Escritura, que el hombre a pesar de sus sacrificios no había ningún cambio en su vida espiritual. El hombre siguió viviendo una vida de pecado alejados de Dios. La maldad del hombre era tanta que cuando el pueblo de Israel estaba cruzando el desierto, rumbo a las Tierras Prometidas, llego un momento en que Dios “se arrepintió de haber hecho al hombre”. Pero le siguió dando oportunidad para que se arrepintieran.

Ahora Isaías nos dice: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2), “Porque tu quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en el día de Median” (v. 4). “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombre; y se llamara su nombre Admirable, Concejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (v. 6).

Ese niño nació. Creció y dio su vida en una Cruz, para que con su muerte, el hombre pudiera alcanzar vida eterna.

Dios te bendiga

Dr. Alfonso Díaz

Ministerio Creando Conciencia

46 Wellwod Circle

Vernon, Connecticut

 

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