Cambiando de adentro hacia fuera

El Proceso Que Dios Usa Para Cambiarnos

“Y quedose Jacob solo, y lucho con él un varón hasta que rayaba el alba. Y como vio que no podía con él, toco en el sitio del encaje de su muslo, y descoyuntose el muslo de Jacob mientras con el luchaba. Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejare, si no me bendices. Y él le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y el respondió: Jacob. Y él dijo: No se dirá mas tu nombre Jacob, sino Israel: porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido” (Génesis 32:24-28).

Unos de nuestros temas favoritos cuando le hablamos a las personas no creyentes es que deben cambiar. Quizás pensamos que son los no creyentes los únicos que necesitan cambiar. Pero la Palabra nos da muchos ejemplos de personas que consideramos creyentes que también tuvieron necesidad de un cambio. Nos habla de Profetas, y aun apóstoles los cuales Dios tuvo que hacer un cambio en ellos.

Hoy nosotros vamos hablar acerca del proceso que Dios usa para cambiarnos a nosotros. Cuando Dios quiere cambiarnos a nosotros Él nos lleva a través de cuatro pasos. El primer paso que Dios nos lleva cuando él quiere que cambiemos es:

 UNA CRISIS

 

¿Estas tu pasando por alguna crisis hoy? ¡Te felicito! Tu estas a punto de ser cambiado. Dios está listo para hacer un cambio en tu vida.

La verdad es que la batalla más grande en tu vida no son las batallas físicas. No es tu salud física. No es tu lucha financiera. Quizás tú piensas que son esas. Tus grandes batallas en la vida no son batallas en tu relaciones con otras personas, o con tu carrera o luchando con tu pasado.

Nuestras grandes luchas en la vida son con Dios. La crisis es cuando luchamos con Dios porque queremos ser Dios. Nosotros queremos tener el control. Hoy nosotros vamos a ver un maravilloso ejemplo de esto en la Biblia. En Génesis 32 nosotros tenemos la historia de Jacob y él tiene una extraña pelea. Porque su oponente en esta pelea era Dios. ¡Tú crees que las luchas de WWE son excitantes! Trata de luchar en pareja con Dios. Porque tú nunca vas a ganar esa lucha. Jacob lucho con Dios.

Génesis 32 dice, “Y quedose Jacob solo en el campamento. (Él se estaba preparando para enfrentarse con su hermano al cual él le había usurpado su primogenitura en su vida, y sentía un miedo aterrador. De manera que esa noche él quería estar solo, así que envió a su esposa y a sus hijos a encontrarse con su hermano-como un hombre. Él se quedó esperando. Él tenía miedo de la confrontación. Él había estado huyendo toda su vida. Estaba solo.) “Y lucho con él un varón hasta que rayaba el alba. Cuando el hombre vio que no podía con él, toco en el sitio del encaje de su muslo, y descoyuntose el muslo de Jacob.”

Algunas personas quieren debatir con quien era que Jacob estaba luchando aquí pero la Biblia nos dice quién era. Oseas 12:4-5 dice que Jacob lucho con su hermano en el vientre de su madre. Cuando llego a hombre, con su fortaleza venció al ángel. Este hombre peleo toda su vida. ¿Cómo tú luchas con tu hermano antes de nacer? Ellos eran gemelos. La Biblia dice que ellos se empujaban en el vientre de su madre. Es más, cuando su hermano mayor Esaú (a quien él le robo su primogenitura) nació primero, la Biblia dice que Jacob, el otro nene, estaba agarrado de su tobillo mientras Esaú salía de la barriga. Toda su vida él había estado en una lucha con su hermano. Pero su lucha más grande fue con Dios.

Yo quiero que usted piense en su conflicto más grande, su problema más grande ahora. Puede ser que le venga a la mente rápidamente. No importa cuál sea ese problema yo les puedo decir dos cosas acerca de ello. Todo se redondea en estas dos cosas. Primero, ¿obedeceré yo a Dios en esta situación y hare lo que él dice que es correcto hacer me guste a mi o no? Y dos, ¿confiare que Dios puede manejar esta situación? No importa cuál sea su problema, financiero, físico, relaciones, social – no importa lo que sea en realidad se depende, primero, si yo voy a hacer lo correcto y voy a obedecer a Dios en esta situación y, segundo, ¿voy yo a confiar que Dios puede resolverlo por mí? Tu problema más grande no es tu problema. Tu problema es no obedecer ni confiar en Dios. Y eso hace tu problema más grande.

La raíz de todos tus problemas es tu lucha con Dios. Tú quieres ser Dios. Tú quieres estar en control. De manera que Dios lo trae a un ardiente punto y El permite una crisis. Y tú estás bien familiarizado con esto.

UN COMPROMISO

 

Yo no sé si Jacob sabia o no que él estaba luchando con Dios (el mas tarde lo supo) pero de alguna manera el figuro que aquel con quien él estaba luchando era más poderoso que él y le podía bendecir, de manera que él no lo iba a dejar ir. Él le dijo “no te dejare ir, sino me bendices.” Obviamente, como con quien estaba luchando era con Dios, Dios lo podía vencer fácilmente y terminar la pelea instantáneamente. ¿Por qué Dios permitió que la lucha siguiera? ¿Por qué el hizo eso? Dios la podía haber terminado instantáneamente.

Aquí está la lección. Cuando Dios permite una crisis en tu vida, él no la resuelve inmediatamente. Él te deja con ella por un tiempo. El no resuelve tu crisis. ¿Por qué? Él quiere ver si tu verdaderamente estas dispuesto a luchar, si tu realmente quieres ser bendecido, si tu realmente quieres sacar algún provecho de ello. ¿Es un flojo o es en realidad profundo deseo?

¿Qué pasaría si Dios contestara cada una de tus oraciones inmediatamente? Unas cuantas cosas: primero, tú serias un engreído. “Dios necesito esto…” ¡Bam! Pero luego tu vuelves y le dices, “Oh, no, en realidad no quiero esto, yo quiero esto.” ¡Bam! “Ah, no. Yo quiero esto.” ¡Bam! Si tu recibes todo lo que pides tú serias el ser más engreído, mas egoísta, de manera que Dios no contesta tus oraciones inmediatamente. Él te deja que tú luches por un tiempo. Si Dios te contestara tus oraciones inmediatamente, tú podrías llegar a creer que Dios es una gran maquina vendedora (Vending Machine). Échale una oración, y saca lo que tú quieres. Yo he hablado con un sinnúmero de personas que han venido donde mí y me han dicho: “Pastor, yo estoy orando por un milagro en mis finanzas. Estoy metido en tantas cuentas, que estoy pidiendo un milagro inmediato.” Yo hubiera querido decirles: “¿Se metió usted en esas deudas de una manera supernatural?” La verdad es que no fue así. Tú estuviste trabajando en eso largo tiempo. Tú hiciste malas decisiones. Tú comenzaste a gastar más dinero que el que te ganabas. Tú no ahorraste para las inevitables crisis que te podían venir en la vida. Tú no usaste tu dinero sabiamente. ¿Por qué ahora Dios tiene que pagarte tus cuentas? Si Dios instantáneamente te saca de tus cuentas hoy, mañana tú vas y empiezas nuevamente a gastar demás otra vez. Tu no aprendes a tener carácter, disciplina, no aprendes a administrar tu dinero, no aprendes a ser sabio, no aprendes a ser persistente. Dios no te va a pagar las cuentas que tú mismo te has metido. Él te va a ayudar a salir de esas cuentas, pero no lo va a hacer inmediatamente. De otra manera tú no aprenderías ninguna lección, y tú volverías a la misma rutina. Dios quiere construir tu carácter. Él quiere ensenarte persistencia.

Muchas personas se pierden lo mejor de Dios en sus vidas porque se rinden muy pronto. “Yo he orado por esto”. ¿Cuántas veces? ¿Dos? No es como si tú estuvieras tratando de convencer a Dios. Dios está viendo si tú en realidad eres sincero. ¿Eres tú lo suficientemente sincero como para orar una y otra vez?

Gálatas 6:9 dice, “No nos cansemos, pues de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”

¿Tu estas en crisis ahora mismo? ¿Tú tienes algún problema grande? Mantente ahí. No te rindas. No corras de él. No trates de huir. Los problemas que tú tienes en tu vida, no salieron instantáneamente. Tú has estado metiéndote en esos problemas por largo tiempo. Tú tienes muchas malas respuestas, malos hábitos, malas formas de responder. Tú llegaste a ser tú con todas tus inseguridades, tú las fuiste levantando a través de muchos anos. Así es que Dios no las va a remover todas a la misma vez. Es como si estuviera pelando una cebolla. El quita la capa una a la vez.

La tercera fase de cómo Dios te va a cambiar – el proceso – es la más difícil de todas. Después que tu pases de esta todo lo demás será más fácil. Primero es la crisis – nosotros luchamos con Dios. Luego está el compromiso.- yo no lo voy a dejar ir. Yo me voy a mantener agarrado de el hasta que me bendiga.

 UNA CONFESION

 

En esta fase, nosotros admitimos que el problema somos nosotros. Nosotros dejamos de culpar a otros y admitimos, “Yo soy el problema en mi vida.” Hasta que tú no hagas esto no habrá un cambio mayor en tu vida. Esta es la salida, cuando tenemos la confesión y admitimos que nosotros hemos creado nuestros problemas.

En Génesis 32:27 encontramos que, “El varón le pregunto: ¿Cuál es tu nombre? Y él le respondió: Jacob. Esta es una pregunta bien extraña porque Dios obviamente ya sabía el nombre de Jacob. ¿Por qué él le pregunta a Jacob su nombre? No porque el necesitaba saberlo, sino porque el necesitaba que Jacob supiera quien en verdad era él.

En las culturas antiguas uno siempre era llamado por su carácter, quien verdaderamente tú eras. Tu nombre podía ser Gigante o Enano o tu nombre puede que haya sido Bravo o puede haber sido Vago. A ti se te había dado un nombre que era tu marca. No era algo que sonaba bien. Representaba lo que tú eras y cual era tu carácter.

Eso para Jacob era un problema, ya que Jacob significaba “engañador, manipulador, mentiroso, uno que podía hacer cualquier trampa.” Y Jacob vivió de acuerdo a su nombre toda su vida. Él le robaba a todo el mundo. Él le mintió a su padre que se estaba quedando siego. Él le robo a su hermano su primogenitura. El uso a su suegro. Jacob” estaba confesando en realidad lo que él era. Era un acto de confesión. Era su propia revelación. Él estaba diciendo, “Soy un manipulador.” Él lo estaba admitiendo.

Cada vez que yo leo este verso, muchas veces pienso si tú fuiste llamado las grandes faltas de carácter, cual sería tu nombre. “Hi, Yo soy el aprovechado… ¿Cuál sería tu nombre? ¿Amargado? ¿Rencoroso? ¿Temperamento? ¿Incontrolable? ¿El Aprovechado? ¿El De presionado? ¿El Bochinchero? ¿Cuál sería tu nombre si tú hubieras sido llamado por tu falta de carácter?

 CONVERSION

 

Ahora llegamos a la mejor parte. En la conversión se nos ha dado una nueva identidad. ¡Me encanta! Miremos la amorosa y graciosa respuesta de Dios para la confesión de Jacob. Génesis 32:28-30 “Y el varón le dijo: No se dirá mas tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido. Entonces Jacob le pregunto, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y llamo Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel, porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.”

Ahora comienza la transformación. Notemos que sucedieron tres cosas.

  • El obtiene una nueva identidad. Dios le dice, “Ya tu nombre no será Jacob – usurpador. Ese eras tú antes. No te vamos a llamar así nunca más. Te vamos a cambiar tu nombre. Te vamos a llamar Israel que significa Príncipe con Dios.” Un poco diferente a manipulador. Él le dijo, “Si, tú has sido Jacob pero ahora tú vas a ser Israel.” Toda una nación fue nombrada en memoria de este hombre. Dios dijo, “Yo sé que tú no has sido muy bueno. Yo sé que la gente te ve con muchas faltas, pero yo veo en ti un Príncipe. Detrás de todas tus bajas emociones, detrás de tu inseguridad, detrás de todas las cosas que tu no quiere que la gente sepa de ti, Yo veo en ti un Príncipe.”

 

Dios dirá hoy de muchos de ustedes, “Detrás de todas sus imperfecciones yo veo Princesas y Príncipes. Detrás de todos sus pecados, de todo lo malo que tú has hecho en tu vida, Yo en verdad veo un gran potencial en ti. Tú puedes ser algo grande. Tú puedes ser lo que yo te hice que fueras. No lo que tú eres ahora sino lo que yo te hice para que tú fueras.

Dios, a veces en la Biblia le cambio el nombre a algunas personas – de Cefas a Pedro, de Abram a Abraham, de Sarai a Sara. Ese es tu viejo yo. Dios está en el negocio de cambiar identidad.

  • “Luego lo bendijo allí” Si tú quieres que Dios te bendiga tú tienes que dar el paso.
  • Luego él le dio algo para que recordara su experiencia para que el jamás olvidara lo que había pasado con él. Dios le descoyunto el muslo. Ahora andaba cojeando. Nunca iba a caminar como cambiaba antes. Un recordatorio de aquel evento.
  • Cuando tú verdaderamente te encuentras con Dios, tú nunca andarás igual. Si tú dices, “Yo soy cristiano,” y tu vida no ha cambiado en nada tú en realidad no eres cristiano. Tú nunca has tenido un encuentro con Dios. Tú no puedes encontrarte con uno que sea tan grande como Dios y no tener el deseo de cambiar.

 

¿Cuál es el significado de la cojera? Dos cosas.

  • Para a Jacob de su costumbre de siempre estar corriendo. Si ustedes saben algo de la vida de Jacob, ustedes saben que el constantemente estaba creando problemas, y siempre estaba huyendo de ellos. Siempre estaba tratando de escapar. Él era la persona más irresponsable que uno se pudiera imaginar. Él siempre estaba huyendo de problemas que el mismo había creado. Dios le dijo, “Nosotros podemos parar esto. Nosotros te pondremos a cojear. Tú nunca correrás otra vez. Es un recuerdo.Nunca ha sido el propósito de Dios que tú corras de los problemas. Nunca.
  • La otra cosa que significaba cojera es recordarle diariamente a depender de Dios. Jacob ahora iba a tener que depender del poder de Dios para caminar. Jacob salió de esta situación más fuerte pero a la misma vez más débil. Fuerte en el sentido de que ya no era la misma persona, había habido una conversión. Toda la basura de su pasado habían sido echadas fuera. Débil porque ahora el tenía que depender de Dios para su diaria caminata. Nosotros tenemos que recordar que tenemos que depender de Dios y no de nosotros mismos.

 

 Que Dios te cuide y te guarde, haga Dios resplandecer su rostro sobre ti, y halla en ti Paz.